sábado, 11 de enero de 2014

Cuentos Engranados



Tengo el placer de comunicaros que ya está a la venta Cuentos Engranados, una antología que ha coordinado junto a Carolina Molina, una estupenda escritora y novelista, Jesús Cano, un gran profesional y estupendo escritor. A través de la editorial digital Transbooks han "engranado" autores nacionales con autores granadinos, narradores admirables y de gran peso en la cuentística actual que se han reunido para una causa común: ayudar en estos momentos de crisis a las personas que más lo necesitan.
Esta antología de relatos nace con una doble intención: la primera, el deseo de los más de 50 autores que participan de contribuir, en la medida de lo posible, a paliar la terrible situación de desamparo que sufren muchas personas en nuestra ciudad y su provincia. De esta edición digital, el Banco de Alimentos obtendrá aproximadamente el 70 por ciento de las ventas, es decir lo que ceden lo mismo autores que editorial, descontando del total únicamente el coste que supone poner el libro a la venta en Internet.

Recojo en mi blog las palabras textuales de Carolina Molina explicando brevemente este proyecto:
Tal generosidad puede resultar paradójica dado el escaso rendimiento que se deviene de escribir y los muchos sinsabores que conlleva. Pero, y en esto creemos hablar en nombre de todos los participantes, no se trata de un acto de caridad mal entendida sino de pura solidaridad con la que nosotros, escritores, intentamos ayudar con lo único que sabemos hacer: inventar historias. No deberíamos ser nosotros y otros ciudadanos, empresas y asociaciones quienes saliéramos al paso de la miseria sino las diferentes administraciones que se arrogan como representantes de la voluntad popular.

Cuando Carolina Molina me habló del proyecto y me pidió participar en él no lo dudé un momento. Su interés por Granada y el entusiasmo queda patente en esta antología (fue ella la que sembró la semilla de esta antología) y junto a la editorial han conseguido aunar en un volumen, y con Granada al fondo, a algunos de los mejores escritores del género corto que hay actualmente en España. La representación granadina, como no podía ser menos, es la más numerosa. Pero el resto de autores, de algún modo, están vinculados sentimental y literariamente con esta ciudad que hoy es uno de los viveros de escritores más importantes de nuestro país.

Hemos querido, pues, con esta antología, tomar el pulso literario, tanto a la ciudad de Granada como al genero cuentístico; y hacerlo con medio pan y un libro, tal como pedía otro granadino, Federico García Lorca. Sin más pretensiones.

                                                                                           Carolina Molina y Jesús Cano, coordinadores.

Estos son por orden alfabético por nombre propio los 55 autores de los cuentos:


-Cochero
Alberto Granados
-Alfa Lyrae (Vega)
Alfonso Cost

-Y un jamón
Alfonso Salazar

-Como una buena madre
Ana María Shua

-El Club del Lunar
Ana Morilla

-El pulso
Andrés Neuman

-Dybbuk
Ángel Olgoso

-Lo oscuro
Angélica Morales

-El mendigo que dormía en un sofá isabelino
Angelina Lamelas

-El fantasma del silencio
Antonina Rodrigo

-Don Ramón y su pequeño astillero albaicinero
Ayes Tortosa

-Boabdil
Brígida Gallego-Coín

-Gotas en una tormenta
Carlos Almira Picazo

-El número seis
Carolina Molina

-Rescoldos sobre el asfalto
Celia Correa Góngora

-Larga noche negra
Concha Casas

-El pez muerto
David Aliaga

-Trabajos manuales
David Roas

-Incognitous
David Vivancos

-El sendero
Elena Casero

-Sólo deseo
Elvira Cámara

-Reina de corazones
Espido Freire

-Los dictámenes del corazón
Fernando de Villena

-Mi hermano Miguel
Francisco Gil Craviotto

-Comenzar el futuro
Francisco Morales Lomas

-Las pastillas
Francisco Ortiz

-Los guionistas de sueños
Ginés S. Cutillas

-El zapato dorado
Herminia Luque

-Cotas de malla
Herminia Pérez

-Navidad
Javier Morales

-La acequia roja
Jesús Cano

-Cuestión de mala sombra
Jorge Fernández Bustos

-Del miedo a lo desconocido
José Abad

-El milagro de los peces
José Lupiáñez

-El ojo
José María Pérez Zúñiga

-Regino
José Vicente Pascual

-Último tren a la Luna
Juan Cobo Wilkins

-Here’s to the Losers
Juan Herrezuelo

-Vida después
Juan Jacinto Muñoz Rengal

-El don de Shaila
Julia Olivares

-Micros
Julia Otxoa

-Los treinta y dos aljibes de Granada
Lola Vicente

-La foto
Manu Espada

-Micros
Manuel Talens

-Fusilaymiento
Mariano Zurdo

-La segunda cuna
Mariluz Escribano Pueo

-El puesto de libros
Medardo Fraile

-Tres cajas de sardinas
Miguel Ángel Cáliz

-Teoría del zorro
Miguel Ángel Moleón

-Todos los ojos
Miguel Ángel Zapata Carreño

-El piano de piel
Miguel Árnas

-La culpa
Miguel Sanfeliú

-Epifitas
Norberto Luis Romero

-En la larga distancia
Raúl Ariza

-El viejo y la boya
Rosana Alonso

Los derechos de este libro irán destinados al Banco de Alimentos de Granada. Solo son 4'50 €.
La compra se puede realizar mediante la web de la editorial:


Además, os informo de que el 20 de enero a las 20 H, tendrá lugar la presentación en la Biblioteca de Andalucía (C/ Profesor Sainz Cantero, 6). Muchos de nosotros explicaremos brevemente el por qué elegimos ese cuento y qué nos inspiró su título. Os esperamos.



jueves, 18 de julio de 2013

Memorias de Adriano


Hace ya algunos años (demasiados) me invitaron a dar una pequeña conferencia para hablar de mi libro preferido, o del que me había marcado más. Evidentemente, eso es imposible: no puedes elegir un solo libro sin sentirte una amante infiel. Pero el tiempo se me echaba encima y había que decidirse. Al final, como suele pasar, elegí uno de los libros que me condujo a otros muchos universos sin descubrir: Memorias de Adriano, novela histórica y concretamente al llamado subgénero "falsas memorias", al que considero más bien un recurso, con el que la autora consiguió acercarnos y actualizar al personaje.


El hombre y el emperador

"Cuando los dioses ya no existían y Cristo no había aparecido aún, hubo un momento único, desde Cicerón hasta Marco Aurelio, en que solo estuvo el hombre." Esta frase enmarca muy bien la novela y el momento histórico en el que vivió el personaje: Adriano nació en el 76 d.C. en la provincia de Hispania, más concretamente en Itálica. Fue adoptado por Trajano, el cual antes de morir, lo nombró emperador. Durante su reinado, desde el 118 hasta el 138, año en que murió, su gran objetivo fue buscar la paz. Consiguió finalizar la larga y sangrienta guerra contra los Partos, aún a costa de perder el control sobre Asiria, Mesopotamia y Armenia. Tras su muerte, lo sucedió Antonino Pío al que había obligado antes a adoptar a Marco Aurelio.

La historia de este hombre, al que desde entonces admiro, llegó a mí por casualidad. Estudiaba en ese tiempo el curso-puente de Geografía e Historia. Recuerdo que había nevado mucho en Granada y no pude subir a la facultad, así que me fui a la librería más grande que había en los 90 en esta ciudad a vagar ojeando libros, cosa que solía hacer a menudo. Vi Memorias de Adriano y ensegida lo relacioné con El tiempo, gran escultor, libro de ensayo de Marguerite Yourcenar que había leído recientemente, en el que se hace referencia a Memorias de Adriano y que me encontré releyendo antes de dormir. De la forma en que los aficionados a los libros reconocerán, lo compré. Esa misma mañana me senté en una cafetería de la plaza de Bibrambla y comencé a leerlo. Mi tendencia juvenil a las generalización había hecho que aún no hubiese leído novela histórica... Pero encontré todo lo que me gusta de un libro: la Historia bien documentada, sin anacronismos; la novela pensada, sensible, honda y refinada, y una visión filosófica e intimista del ser humano alejada de tópicos. Un poco después me encontré leyendo Los Idus de Marzo, de Thornton Wilder.

El libro y la escritora


M. Yourcenar dijo "Gran parte de mi vida transcurrió intentando definir, después de retratar, a este hombre solo y, al mismo tiempo, vinculado con todo." Esto creo que fue lo que me resultó tan especial del libro: que el personaje de una novela histórica se convirtiese en un gran personaje en sí mismo; que adquiriese un nombre propio como personaje de ficción al igual que el Leopoldo en el Ulises de Joyce o el Swann de Proust. A eso ayuda que esté narrado en primera persona como una extensa carta dirigida a Marco Aurelio, al que decide nombrar su heredero. Cuando terminé de leerlo, entendí por qué comenzó el libro a los veinte años y lo terminó pasados los cuarenta. Es decir, pasó más de una veintena construyendo y destruyendo la "envoltura" de este hombre, hasta conseguir la madurez literaria que convierte en vida para siempre las palabras. Y es que enamora la prosa poética y preciosista de Yourcenar, el hombre sensible, apasionado en el amor, cercano al pueblo, increíblemente inteligente, adelantado a su tiempo y solo ante su gran responsabilidad y sus propias no creencias. Consigue esta escritora autodidacta y rebelde que las pulsiones de un gran hombre del s. I pudieran reconocerse en un gran hombre del siglo XXI.
Leer entonces y volver a leer ahora Memorias de Adriano, no es solo un viaje en el tiempo, sino un recorrido por todo lo que sigue (espero) interesando al ser humano: arte, religión, filosofía, amistad, amor, gastronomía, viajes...Cada párrafo podría convertirse en un ensayo. La novela es un viaje al interior del alma, hacia lo más profundo de cada uno, con su odio, su venganza, su violencia y sus miedos. Nos habla de lo más duro de la existencia: la pérdida del ser amado, la propia decadencia física y, al fin, la muerte.

...Y un poco de tópico

Por último, cayendo en el tópico, me gustaría establecer un paralelismo entre Marguerite y su Adriano. Si leéis la biografía de la escritora, comprobaréis que fue una incansable viajera que, sin embargo, estableció su hogar en una pequeña isla. Así que por un lado tenemos la necesidad de intimidad y soledad de esos pequeños y bien definidos contornos geográficos, y por otro, el ansia de conocimiento de todo viajero. Adriano se encontraba en su particular isla de poder; un hombre solo controlando un imperio. Mas su empeño en conocer sus dominios, tanto para perfeccionar su gobierno, como para satisfacer su innata curiosidad, le hacen pasar largos años alejado de su "isla", o sea, Roma. ambos tienen ese "no sé qué" de incierto, de impreciso, de estar de paso propio de los poetas. Yourcenar se definía a sí misma como historiadora-poeta y novelista, siendo, como sabemos, además ensayista, traductora y crítica. Fue la primera mujer que entró en La Real Academia Francesa en 1980. Lúcida y diferente escribió con dieciséis años: "Soledad. No creo como ellos. No vivo como ellos. No amo como ellos y moriré como ellos."

Traducción

Me gustaría reseñar la traducción de Julio Cortazar. He leído y ojeado diferentes versiones y esta es la que más me ha gustado. Son muchos los expertos en la obra que así lo dicen y alaban el sobrio refinamiento que Cortazar supo transmitir al traducirla.


También he elegido un texto del tercer capítulo: Tellus Estabilita, es decir, Tierra Estable en el que nos habla de las negociaciones con el mundo para obtener su ansiada pax romana. Muestra el carácter cosmopolita y entrevé lúcido, la expansión económica y cultural de Roma. Asistimos a sus preocupaciones ante la dificultad de encontrar una ley justa y su conciencia de que son totalmente necesarias para una convivencia pacífica.

Reflejos de su sentido común

1-Puedo permitirme reorganizar (ya no conquistar).



2-Prosperidad para su pueblo sin excesivo consumismo (adquisiciones inútiles).

3-Religiones (plurales y decantadas de toda intransigencia).

4-Explicaciones racionales de la conducta humana.

Teniendo en cuenta que M.Y. dio por concluido el libro en plena posguerra (Segunda Guerra Mundial) quizá como tantos intelectuales de la época, pensaría que era posible ya una paz duradera donde el hombre persiguiera esos ideales heredados de Clasicismo (Humanitas, Felicitas, Libertas).
En mi opinión, Europa acogió ese legado realmente, y son valores por los que los europeos nos hemos distinguido y por los que quiero pensar que seguimos luchando.

"Humanitas, Felicitas, Libertas. Entenderlo y practicarlo fue y es un privilegio." M.Y.


miércoles, 10 de julio de 2013

La vida y nada más

Uno de mis collages... Me ayudan a escribir y a pensar.


...Y una selección de la música que suelo escuchar cuando leo o escribo. No es muy larga la lista porque he estado revisando las que más se repiten en mi día a día. Ese ha sido el criterio de selección. Deseo que os guste. Barroco, Clasicismo, Romanticismo y, como no, algo de los Impresionistas. Creo que estas versiones son muy recomendables. Excepto las dos últimas, impresionistas, el resto son versiones historicistas, que son las que más se adecuan a mis gustos musicales.

           ¡Espero que os gusten!

Lambert, Michel – Lambert: Vos mépris chaque jour

Johann Sebastian Bach – Sinfonia

Kristian Bezuidenhout – Piano Sonata in D Major, K.311: II. Andante con expressione

Wolfgang Amadeus Mozart – Sonata in E-Minor, K. 304, 300C

Rolf Lislevand, Le Concert des Nations, Jordi Savall – Quintetto No. 4 In Re Maggiore "Fandango" Per Corda E Chitarra (G. 448): Grave Assai - Fandango (Boccherini)

http://www.youtube.com/watch?v=dzAPNb6BwtM

Claude Debussy – Estampes: La Soirée dans Grenade

Pascal Rogé – Jeux d'eau









martes, 25 de junio de 2013

El sabio nada enseña


El libro de mi amiga Ana está dividido en puertas. La última puerta es "el amor" y todo el libro habla, de una manera u otra, de ese gran poder que aunque los escépticos no lo crean, mueve el mundo. Estoy convencida: aquellos que amasan fortunas, títulos y requieren continuos aplausos, en el fondo lo que buscan es cariño. 
Esta semana casualmente mis dos libros de lectura han girado sobre un mismo tema: la enfermedad, la vulnerabilidad del cuerpo y la fragilidad del ser humano.
"Elegía" de Philip Roth, habla de la pérdida y el estoicismo y estaba programada en mis lecturas. "La enfermedad, mi salvación" llegó a mí a través de "Los pies de la mensajera". Fue un regalo. Inesperado, como son los buenos regalos. Por añadidura, a través de una amiga de juegos de patio de un colegio público de ladrillo rojo de los años  setenta... Lo escribió para contar su experiencia, con la intención de ayudar a otros a cruzar el umbral de la casa en la que has de convivir con un inquilino crónico con el que no contabas...
Por eso, después de leer el libro, me siento orgullosa de Ana Herrero y de sus palabras llenas de belleza,, coraje y amor a la Vida.

Y siempre digo, como muchos otros, que la mejor manera de hablar de un libro es dejándolo hablar y más cuando, como este, se expresa con transparencia, honradez y valentia. Me lo pone muy fácil.







[...] Esta es mi vida, llena de momentos firmes y eternos como olas, que me han llenado el mar de recuerdos, de amor, de sabiduría... De todo ese mar infinito me voy a detener en una de esas olas que más fuertemente me golpeó dejando una gran huella en la orilla[...] Estoy hablando del diagnóstico de esa desconocida enfermedad llamada espondilitis anquilosante.

[...] Otra cosa importante que ocurrió a raiz de este diagnóstico en mi vida, es que empecé a ser comprendida.

Tardaron nueve años en diagnosticarle la enfermedad. Posiblemente por eso, en parte, se expresa en estos términos:

Es muy, muy duro, hace falta mucho entusiasmo, mucha fuerza de voluntad y mucha gente comprensiva a tu alrededor.
Y yo a decir verdad, al principio de todo esto no tenía nada de eso. Bueno, gente sí. Nunca me ha faltado un amigo a mi lado o alguien de la familia, pero cualquier persona que no se compadeciera de mí estaba fuera inmediatamente de mi círculo. Quiero decir que entonces yo era una queja andante, un infinito lamento. No me soportaba ni me soportaban. Era víctima de mí misma.

Ana cuenta también sus años en Suecia ya con la enfermedad y como, poco a poco, fue abriendo una puerta hacia la libertad; de cómo curó sus continuas migrañas y cómo consiguió liberarse de ellas, y de cosas que dejó que ocurrieran sin prever las consecuencias.
Termino con un párrafo que, como mujer, me ha parecido intenso:

Así que mi cuerpo se quejaba menos, mi estómago también, perdí peso, mis defensas subieron, mi piel se volvió tersa y suave, mi mirada limpia y firme, mi autoestima también. Me sentía guapa por dentro y por fuera, femenina, atractiva. Mis hombros se elevaron, mi cabeza también, ya no me escondía, ya no miraba al suelo al caminar y... descubrí el cielo. Sí, descubrí lo que había  arriba, la belleza de las nubes, el sol, la luz. Caminaba erguida, libre y decidida. Y de verdad fue un gran descubrimiento de mi vida.








A los que les interese el tema o el recorrido vital de un ser humano fuerte, encontrarán muchas ideas que les harán reflexionar. Y también un prólogo lúcido y humano de Eduardo Collantes (Jefe de Reumatología del Hospital Reina Sofía)

Los beneficios de este libro van destinados a AGRADE (asociación Granadina de Espondilíticos) y a la Asociación de Parkinson de Granada.
"Espondilitis anquilosante. LA ENFERMEDAD, MI SALVACIÓN" Ana M. Herrero Hernandez. Licenciada en filología Española( UGR 1990)
Desde 1997 trabaja como profesora en el Centro de Lenguas Modernas de la Universidad de Granada.


viernes, 21 de junio de 2013

Entre amigos

Afortunadamente para mí, a medida que pasan los años, voy conociendo más personas a las que quiero y admiro. Si cuando contaba veinticinco años me hubiesen dicho que diría esto, reconozco que hubiera sonreído con ironía. Qué le vamos a hacer: suerte que tiene una.



Francisco Gonzalez de la Oliva, anfitrión con el que todo artista sueña y por el que todos quisiéramos ser recibidos, nos lo puso muy fácil. Gracias.


  Dos de estas personas han sido las encargadas de presentar mi segundo libro "Los Pies de la Mensajera" en Granada. El lugar, tanto por su ubicación –el barrio del Realejo– como por el edificio en sí y lo que alberga, es una joya. 





La Casa de los Tiros fue construida en el siglo XVI a semejanza de los palacios granadinos. Los primeros propietarios de la casa fueron los Granada Venegas, linaje que comienza con Pedro de Granada (Cidi Yahya) noble descendiente de Yusuf IV e hijo del infante del Almería y Alcaide de Baza, se reconvirtió al cristianismo. Se casó con su prima Cetti Meriem, que cambió su nombre por el de María Venegas una vez reconvertida junto a su marido, comenzando con esta unión el linaje de los Granada-Venegas. La casa ha pertenecido hasta 1921 a los Marqueses de Campotejar, título que le fue otorgado a la familia Granada Venegas en reconocimiento a los servicios prestados a la corona, que tras un largo pleito mantenido con ellos (desde el siglo XVIII al XX), pasó a manos del Estado.



El montaje que configuró el Museo Casa de los Tiros a partir de 1929 aparecían varias salas de especial interés, como la dedicada a los viajeros románticos, centrada en la figura de Washington Irving; la sala de artes industriales, dando cabida en ella al valor y la importancia de la artesanía local; o la sala dedicada al mundo de los gitanos, única por aquellas fechas consagrada a tan importante colectivo humano
El Museo cuenta con un fondo documental en el que se incluyen los archivos de los escritores y periodistas Francisco de Paula Valladar y Serrano, Melchor Fernández Almagro, Ángel Ganivet y Baltasar Martínez Dúran, junto con el archivo del periódico El Defensor de Granada y el de Antonio Gallego Burín.



Pensé en mostraros un párrafo de la presentación pero, están tan bien hiladas, impecables en su     diferencia, que he pensado que seáis vosotros los que elijáis qué leer o no.

                                     

                             Presentación de Teresa Curiel Marín
                                     Ingeniera T. industrial, arquitecta T. y escritora



Estamos aquí para compartir con la autora la emoción de su primera  novela, para disfrutar ése momento de recibir la caja desde la editorial y tocar y oler con ella su novela recién publicada. No es la primera que escribe, ya que tiene una hecha con tan sólo 17 años y ahora otra en corrección que esperamos también con ganas.
Herminia es escritora desde siempre, con ésa cualidad que la lleva  a querer compartir con nosotros su creación y no le basta con un Diario o con llenar unos cuadernos. ¿Porqué escribimos para los demás? Existe en  ése caso una necesidad de explicar el mundo, como ya ocurriera con los filósofos y una generosidad de sentimientos y experiencias que regalamos al otro.

Esta novela es la biografía de una perra, llamada Candela, pero al mismo tiempo es parte de la biografía de las personas que la acompañan. Es también una novela sobre cómo los seres humanos nos enfrentamos a la soledad y cómo los animales sienten ésa soledad.

¿Por qué la autora elige un animal como hilo conductor? Hubo un precedente que fue muy importante para ella, FLUSH de Virginia Woolf. En esta novela, la voz narradora no es la del perro, es alguien que está muy cerca de él y conoce sus pensamientos y emociones. Hay que tener en cuenta que esta novela fue escrita en 1933.
Esta perra nos permite observar el mundo desde una mirada libre de prejuicios, sin el filtro de la educación, los convencionalismos sociales y las obligaciones, ofreciéndonos la posibilidad de volver a evaluar quienes somos y porque hacemos lo que hacemos. Es pues, una filósofa de cuatro patas.
En la mirada de Candela y en la de sus acompañantes humanos, Rosa y Casandra, se nota también la influencia de lecturas de autores mas modernos como Carmen Martin Gaite, Ana Maria Matute, Juan José Millás, Doris Lessing o Soledad Puértolas.

Encontramos un flujo narrativo de la voz interior, corriente de conciencia, con un lenguaje sencillo en apariencia, correcto, sincero y en busca del interlocutor que comienza por ella misma.

Hay varios momentos de la novela en los que vamos a detenernos:
Capítulo III: Rosa, primera dueña de Candela, esta en su vida en ése momento de tomas decisiones y decide estar sola... “Y es que ése paso al que una relación llega que nos exige dejar de ser nosotros mismos para convertirnos en el otro, buscando en ésa simbiosis posiblemente lo que nos falta, a Rosa hacía que le supiesen amargas todas las relaciones humanas”
Y otro momento, al final del capítulo V, cuando abandona a la perra en una Protectora de animales: “Hay una situación que se produce en determinadas ocasiones, en las que el veterinario sabe cuándo el dueño quiere quitarse al perro de encima... y los mas falsos con la consigna de que no quieren que el animal sufra por la operación o por el tratamiento y que luego sea para nada” y se parece a cómo los hombres resuelven muchas veces el final de una relación y cómo lo justifican.
AL principio del capítulo IX, Casandra, la que va a ser su nueva dueña, escucha de su marido, en un momento de dudas sobre si su hijo aceptará a Candela en vez del pastor alemán que quería:  “Adopta ese animal. Te conozco demasiado,ya no quieres otro. EN un tiempo las cosas volverán a su cauce. Pronto le tomará cariño y, posiblemente, le hará madurar. La vida le haré postergar o renunciar a sus deseos tantas veces... “.de esta forma de educar al hijo estaría orgulloso el Juez Emilio Calatayud.

Por otra parte Candela, una perra que ha sufrido displasia,  tiene las limitaciones que tenemos los humanos cuando queremos explicarnos lo que sienten los demás solo desde nuestra propia experiencia  y así , cuando observa a la humana Casandra y la oye suspirar en sus paseos por el campo, piensa : “A esta mujer le ocurre algo ¿le dolerán las patas también” se preguntó.

Casandra siente un dolor, una ausencia por la madre perdida, tan bien descrita, tan exacta, tan intensa, que por un momento creí que la madre de Herminia, la autora, había fallecido y sólo de esta manera se justificaba la calidad en la descripción de ésa perdida. Afortunadamente, esto es solo una muestra de su maestría y su madre nos acompaña hoy aquí y está estupenda y feliz.
Las frases que me llevaron a pensar en ésta orfandad, son: “Me has dejado sola, mi cerebro parece huir de todo pensamiento... Me miran y me tocan y me hablan como si fuese la misma, pero ya soy otra, aunque mi apariencia no haya cambiado. Es tal la variación que me sorprende que me reconozcan. He cambiado tanto como puede hacernos cambiar la muerte. Es la línea sutil que marca la diferencia entre una mujer que tiene madre y otra que no la tiene”


-leemos la poesia de CMG y la cita del capitulo  XIV “A través de la ventana veo las hojas...”   y tomo prestado del Blog “la Guardiana del pozo” “Mirar por la ventana no es ver pasar la vida, sino ir en busca de ella. No vive más es que mas veces sale al espacio abierto sino el que utilizando la ventana, la imaginación, SIENTE INTENSAMENTE”. Por eso, en el capitulo  XII, nos fijamos en ésa “madre sin madre” y “en las pupilas de Candela veo reflejada una mujer que ya no busca fiera, sino dentro... Ella sabe como yo, que la felicidad no existe. Quizá por eso ambas disfrutamos con todo”. Tenemos otra cita magnifica, reveladora del proceso de mirada hacia el interior que sólo desde cierta madurez somos capaces de hacer, sabiendo que la repuesta a muchas cosas ya está dentro de cada uno de nosotros:  “Cada vez pasaba mas tiempo entre libros, encerrada en sí misma, muchas veces sólo fingiendo leer. Por éso algunos de sus vecinos comenzaban a murmurar que no regía bien “

La posición de Casandra sobre el mundo es , como decíamos, mucho mas moderna que la de Virginia Woolf, que aun siendo una avanzada, tenía los condicionantes de su tiempo. Casandra se asemeja más a las mujeres de la novela BURDEOS de Soledad Puértolas cuando afirma, hablando de Penélope, la mujer de Ulises,  que (capitulo XIII) ” ¿hace falta un esposo para mirar el mundo? ¿no es más cómodo sentarse a esperar que convertirse en artífice de tu propia existencia? ¿Heroína o inmadura? ¿cómoda en su inmovilismo? ¿porqué no fué ella al encuentro de Ulises?” y un poco mas adelante “¿porqué ella se limitó a esperar tejiendo y destejiendo una y otra vez? ¿porqué no anduvo su camino? Lo importante para la realización personal no es quizá tanto la consecución de los objetivos sino la actividad que todo nuestro ser despliega en el viaje”.

La autora nos muestra también cómo ha evolucionado la mujer en la sociedad y cómo en ocasiones no nos damos cuenta que los animales tienen un mundo afectivo que nosotros, que nos creemos el centro del universo y medimos todo con la medida el hombre, ignoramos o infravaloramos, con la frase “Y supo, mirando los ojos de Candela, que tenía alma, pero claro, quien la creería, aunque no hace demasiado tiempo las mujeres tampoco la teníamos”

Como resumen de esta novela, Juan José Millás nos va a prestar una frase de “La Soledad era ésto” que Herminia ya había citado en su Blog:
“La carta de Enrique era muy fría aunque mi atención no merecía otra cosa, y en ningún momento he tenido tentación de contestarla, ya que una de las decisiones que he tomado ha sido la de no volver a hablar, nunca, con quien no me entienda”


Invito al publico a desvelar el misterio y conocer a los personajes de ésta novela y a través de ellos, a nosotros mismos.

                             Presentación de Antonio Navarro Barriga
                                      Profesor de la UGR, psicólogo clínico y escritor



La fortuna quiso que conociera a Herminia hace algún tiempo y que compartiéramos la pasión por la literatura, la inquietud por la vida y el desapego a la frivolidad de un mundo que se esfuerza por cubrirse de apariencias mientras oculta, como signo de debilidad, los sentimientos más nobles. 

Un día, no hace mucho, Herminia me honró al pedirme un prólogo para su obra. El manuscrito llegó a mis manos a través de un mensajero especial Fran, su hijo. Lo ojeé sin leer como si necesitara familiarizarme con el formato, luego lo dejé reposar varios días sobre una pila de temas pendientes, confieso que tenía miedo de empezar, debe ser porque aprendí pronto que cuando algo empieza camina hacia el final, además, dudaba si sabría escribir un prólogo que estuviera a la altura, pero cuando leí la obra todo cambió porque lo único que tuve que hacer fue dejar que brotaran las emociones.

Por fin comencé a leerlo, era un día gris y lluvioso, circunstancia que siempre me provoca un 
estado de especial ternura, todos tenemos nuestras debilidades y quien lo niegue es porque se sabe demasiado débil; leía Los pies de la mensajera, Dobbo mi perro, me acompañaba y de vez en cuando, como es su costumbre se acercaba para decirme que no estaba solo y, para cerciorarse de que comprendía su mensaje esperaba una caricia antes de volver a tumbarse de nuevo, creo que él ya había olfateado a la hermosa Candela, y la joya que tenía entre mis manos.
Fui avanzando entre palabras, frases y párrafos escritos de un modo sencillo, claro y limpio; hice todo lo posible por olvidarme de que a mí también me gusta escribir para no sentir envidia, ni siquiera esa que algunos gustan llamar “de la buena”. Los personajes no solo se hicieron de carne y hueso sino que podía apreciar con nitidez sus facciones y palpar los sentimientos, y es que Herminia al escribir consigue hacer la realidad ficción y ficción la realidad, tarea muy conveniente en literatura, pero ella lo hace con desparpajo y sin estridencias en el lenguaje. 

Candela me fue quemando la piel según entregaba todo su afecto a una mujer que no sabía qué hacer con él, Rosa la triunfadora, la que esconde en las mieles del éxito un rotundo fracaso ¿Qué tienes? Llegué a preguntarle más de una vez pero ella se negaba a darme la respuesta. “Que mal manejas tus sentimientos, ¿No te das cuenta?” le dije. Entonces sí que me contestó: vamos a ver lector impertinente, ¿tú siempre has acertado? Su pregunta fue como una bofetada, quise escabullirme frivolizando sobre un posible síndrome de Bastián Baltasar Bux, pero la autora había tejido con maestría una red de la que no podía escapar y en la cual me sentía muy cómodo. Entonces pensé en cuántas criaturas, entre ellas algunas personas, me habrán ofrecido su afecto a lo largo de mi vida y no fui capaz de reconocerlo o antepuse otros intereses, y cuantas criaturas, entre ellas algunas personas, desecharon la posibilidad de recoger el afecto que yo les ofrecía porque no era o no había tiempo para mi amor…  Herminia con su novela estaba consiguiendo lo que muy pocos autores han conseguido conmigo, que me sintiera parte de la historia, que me hiciera preguntas y preguntara sobre mis propios afectos; hay que escribir muy bien para alcanzar ese nivel de penetración en el lector y, ella lo ha conseguido.

Habían pasado varias horas y no podía dejar de leer, saltaba desde la tristeza a la ilusión, de la rabia a la compasión porque la autora maneja el tiempo y el ritmo con maestría, es verdad que las cosas se pueden decir de muchas maneras pero solo una es la que encaja a la perfección, esa es la que ha elegido Herminia para contarnos esta historia.
(página 26 de Los pies de la mensajera)

Esta espléndida manera de contar la realidad me recuerda a uno de mis autores favoritos, Delibes, pero la autora la riega con la sutil visión de una mujer. Por la tarde me propuse dejar la novela para continuar con su lectura al día siguiente, no pude, había conocido a Casandra y me estaba enamorando de ella, qué hermosa mujer, en su duda existencial recala una profundidad que conmueve; qué magnífico retrato de alguien que se hace fuerte bebiendo su propia debilidad; me arrastraba por el campo oliendo los olores que percibía Candela,  buscaba la belleza junto a Casandra en las cosas sencillas, arañando pequeñas dosis de felicidad en compañía de los suyos. Por momentos yo era Candela y admiraba a Casandra mientras “se cepillaba el pelo o se secaba las manos, cómo regaba los tiestos o cortaba verduras, cómo acudían los peces y se llenaba los dedos con ellos cuando les daba de comer…”

Durante la lectura me había venido varias veces a la cabeza “Gradiva” la novela de W. Jenser, finalmente supe por qué: La obsesión de Norbert por los pies de la mujer que aparece en el bajorelieve la convirtió en Gradiva cuyo significado es “la que avanza”, y la confundió con  Zoé Bertgang que significa “la que avanza espléndidamente. En los pies de la mensajera, los pies y los pasos son muy importantes porque significan presencia o ausencia, soledad o compañía; la historia avanza espléndidamente, las reflexiones de Casandra nos muestran la inquietud y el compromiso de una mujer inteligente y sensible hacia su entorno, la gestión de un sufrimiento  que la hace más persona según aumenta,  Casandra es amor y nostalgia de ese amor.
Llegué al último párrafo cuando hubiera querido seguir leyendo más, pero la autora acaba la historia cuando tenía que acabar; yo permanecí algún tiempo gravitando alrededor del universo creado por Herminia en esta obra, Dobbo lloriqueaba sin querer alejarse de Candela. Había leído una obra maravillosa, un poema de soledad y búsqueda de sí misma, una denuncia contra lo superficial y el éxito fácil, un retrato del alma femenina pero que yo diría que trasciende el género porque es un retrato del alma de la PERSONA.

Los pies de la mensajera, no sé si es una novela ejemplar (de las de Cervantes), pero desde luego es un ejemplo de cómo se debe escribir cuando lo que interesa es la literatura en sí misma.    

 Gracias  Herminia por compartirla con nosotros.                                                                                        
                                        



     Comentario de María Ángeles Barrionuevo 
                                           
              Procuradora, ilustradora y escritora


Querida Herminia,

Me pareció preciosa la presentación, especial un poco por todo, me parecíais un poco irreales, de verdad, y me alegraba tanto saber el por qué del brillo de vuestras miradas... ¡En ellas os reconocí! Hubiera saltado a daros un abracico, pero yo que sé lo que es correcto en esta situación, ya os tendré cerca uno de estos días.

No sabría definir muy bien lo que he sentido al leer tu libro, porque es evidente que oigo tu voz al descifrar las menudas patitas negras (como diría Candela), y no podía dejar la historia hasta conocer su final. Me has hecho llorar, y también sonreír, soy fácil para ambas cosas, tu lo sabes, pero no es tan fácil llegar a mi corazón. Y hay numerosas frases de esas que yo subrayo porque componen notas con sentido en éste mundo tan caótico, y dan luz. Se me ha hecho corto, quisiera que Rosa se hubiera arrepentido más, que Candela hubiera tenido cachorros, que su ama no se hubiera encontrado de pronto con otra terrible despedida... pero no puede ser, ya lo sé. Nunca son las cosas como queremos, y eso le dá un toque de realidad que nos acerca aún más a Casandra y su mundo. Se me ha hecho corto... Ya estoy esperando uno más largo...

Un beso grande.

                                      
                                      FIN

lunes, 10 de junio de 2013

Feria del Libro de Madrid 2013


El domingo nueve, a eso de las diez y media subía por la Cuesta de Moyano camino del Retiro. Como muchos domingos mi perro me acompañaba en este paseo tranquilo, en el que nos fijábamos en la gente, en los músicos callejeros y en las flores frescas de los parterres, mientras disfrutábamos del escaso sol de este atípico mes de junio. Sonreí al ver como unos turistas, sentados en una terraza, desayunaban cerveza con churros.
Sin embargo, este domingo era diferente a otros porque iba a firmar un nuevo libro en la caseta 134, a estar en contacto con la gente que lee, que ve el libro como un artículo casi mágico; con escritores de primer libro o consagrados, y a sonreír con las interminables filas de algunos y lo que nos cuesta vender a otros.

Dos horas por la mañana, cuatro por la tarde: ha sido un curso intensivo. Tuve ocasión de hablar con muchos lectores, de saber qué les gusta o no leer, qué tipo de libro les gusta tocar, de saludar a amigos que hacía mucho tiempo no veía y que quisieron acompañarme: gracias a Javier, Sao, Andrea, Clara, Paco, Mariola, Teresa, Guillermo, Jose Luis (mi editor), y a las personas que compartieron trabajo conmigo en la caseta, que me hicieron estar muy a gusto. Y, por supuesto, a aquellos que se pararon, ojearon mi libro, me preguntaron sobre él y lo compraron. También a los que se lo están pensando.

Aquí os dejo algunas imágenes del día:


Abriendo caseta con mi hermano.








  Antonio Muñoz Molina firmando su último libro.